martes, noviembre 08, 2016

Post

Hace unos 3 meses escribía sobre el miedo que me había causado darme cuenta del viaje que estaba por arrancar. Esto de viajar muy lejos, y hacerlo sola. De que no sea un viaje convencional con todas las garantías de que nada podría pasarme.
Hoy, luego del viaje, el mejor que haya hecho en toda mi vida, puedo decir que más miedo da estar de vuelta. Miedo de no estar a la altura de esa valiente, feliz, libre y genial persona que pude ser estando allá. Miedo de no poder traer todo lo que aprendí. Miedo de sentirme muy sola porque no logro explicar todo esto que pasa a los demás y por eso no me entienden. Miedo de no conectar. Miedo de apagarme.
Cómo se vuelve? Cómo se adaptan los mundos? Me lo pregunté durante medio viaje, me lo sigo preguntando hoy y no tengo la más mínima idea.
Vale la pena entonces? Todo este mambo en la cabeza? Este pisotón de elefante en el pecho?
No tengo más que más preguntas en este regreso. Y miedo.